Estudios anteriores han demostrado que las personas socialmente integradas tienen mejor salud mental, pero estos estudios se han limitado principalmente a la población adulta.

Utilizando datos basados ​​en una muestra representativa a nivel nacional de adolescentes (N = 11,023), Koji Ueno (Department of Sociology, Florida State University) investigó si aquellos que están integrados en redes de amistad tienen una mejor salud mental, medida por el número de síntomas depresivos. Titulado «The effects of friendship networks on adolescent depressive symptoms», este estudio también amplía la literatura al utilizar una variedad de medidas de integración de redes.

Los análisis mostraron que, de acuerdo con los hallazgos previos en los estudios de adultos, los niveles más altos de integración se asociaron con menos síntomas depresivos, aunque la asociación fue muy débil. El número de amigos, la medida de integración más simple y utilizada con mayor frecuencia en la investigación sobre salud mental, tuvo un efecto más fuerte y más consistente que otras variables que midieron aspectos más complejos de la estructura de red egocéntrica y de nivel escolar.

Los resultados también mostraron que la relación entre tener más amigos y menos síntomas depresivos estuvo mediada en gran parte por un sentido de pertenencia, que proporcionó apoyo al argumento a menudo asumido pero raramente probado de que la integración social promueve la salud mental al inducir sentimientos positivos sobre las relaciones de uno con los demás en sociedad.

Fuente: https://doi.org/10.1016/j.ssresearch.2004.03.002

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