¿Qué es la comorbilidad?

El término “comorbilidad” se aplica cuando una persona sufre dos o más trastornos o enfermedades, que pueden presentarse al mismo tiempo o uno después del otro. La comorbilidad también implica cierta interacción entre las enfermedades, la cual puede hacer que ambas empeoren.

¿La adicción a las drogas es una enfermedad mental?

Sí. La adicción afecta el cerebro de forma fundamental, cambia las necesidades y los anhelos normales de la persona y los reemplaza por prioridades nuevas relacionadas con la búsqueda y el consumo de drogas. Esto provoca comportamientos compulsivos que debilitan la capacidad para controlar impulsos, a pesar de las consecuencias negativas; esos comportamientos son similares a las características de otros trastornos mentales.

¿Cuán común es la comorbilidad de trastornos por el consumo de drogas y otras enfermedades mentales?

Muchas personas que padecen de algún trastorno por consumo de drogas también pueden llegar a sufrir otras enfermedades mentales, de la misma forma que a personas a quienes se les diagnostica un trastorno mental muchas veces se les diagnostica también un trastorno por consumo de drogas. Por ejemplo, cerca de la mitad de quienes sufren de una enfermedad mental también sufrirán de algún trastorno por consumo de drogas en algún momento de su vida.1,2 Se han hecho pocos estudios de comorbilidad en niños, pero los que se han hecho sugieren que los jóvenes que tienen algún trastorno por consumo de drogas también tienen índices elevados de enfermedad mental —como depresión o ansiedad— al mismo tiempo.

¿Por qué es común que estos trastornos se presenten al mismo tiempo?

Aunque los trastornos por consumo de drogas se presentan comúnmente con otros trastornos mentales, eso no significa que uno cause el otro, aunque uno haya aparecido antes que el otro. De hecho, puede ser difícil establecer cuál se presentó primero y por qué. Sin embargo, los estudios sugieren tres posibilidades para esta comorbilidad común:

  • Hay factores de riesgo comunes que pueden contribuir tanto a la enfermedad mental como al trastorno por consumo de drogas. La investigación sugiere que hay muchos genes que pueden contribuir al riesgo de que se presenten los dos problemas, el trastorno por consumo de drogas y la enfermedad mental. Por ejemplo, algunas personas tienen un gen específico que las expone a un mayor riesgo de padecer una enfermedad mental como adultos si consumieron marihuana con frecuencia en la niñez o adolescencia. Un gen también puede incidir en la forma en que una persona responde a una droga (si el consumirla la hace sentir bien o no). Los factores ambientales, tales como el estrés o el trauma, pueden causar cambios genéticos que se transmiten de generación en generación y pueden contribuir a que se presente una enfermedad mental o un trastorno por consumo de drogas.
  • Se han identificado ciertos estados de salud mental como factores de riesgo para el trastorno por consumo de drogas.3 Por ejemplo, algunos estudios sugieren que las personas que sufren una enfermedad mental pueden usar las drogas o el alcohol como manera de automedicarse.4 Si bien algunos fármacos pueden ayudar con los síntomas de la enfermedad mental, a veces también pueden hacer que los síntomas empeoren. Además, cuando una persona comienza a padecer una enfermedad mental, los cambios en el cerebro pueden aumentar el efecto gratificante de las drogas, y así la persona queda predispuesta a seguir consumiendo la droga.4
  • El consumo de drogas y la drogadicción pueden contribuir a generar una enfermedad mental. El consumo de drogas puede modificar el cerebro en formas que hacen que la persona sea más propensa a padecer una enfermedad mental.

¿Cómo se diagnostican y tratan estas condiciones comórbidas?

El alto índice de comorbilidad entre el trastorno por consumo de drogas y otras enfermedades mentales requiere una estrategia integral que identifique y evalúe ambos problemas. Por lo tanto, a las personas que buscan ayuda para el consumo o el uso indebido de drogas y la drogadicción o para una enfermedad mental se les deben evaluar ambos problemas y ofrecer el tratamiento apropiado.

Varias terapias de comportamiento han dado resultados prometedores para tratar estados comórbidos. Estas estrategias pueden personalizarse para los pacientes según la edad, la droga específica que hayan usado y otros factores. Pueden usarse en forma independiente o se pueden combinar con medicamentos. Algunas de las terapias de comportamiento que se utilizan para tratar estos estados comórbidos incluyen:

  • La terapia cognitivo conductual, que ayuda a cambiar las creencias y comportamientos dañinos.
  • La terapia dialéctico conductual, diseñada específicamente para reducir los comportamientos autolesivos, entre ellos, cortarse, consumir drogas o tener intentos, pensamientos o impulsos suicidas.
  • El tratamiento asertivo comunitario, que enfatiza el acercamiento a la comunidad y las estrategias individualizadas de tratamiento.
  • Las comunidades terapéuticas, que son modalidades comunes de tratamiento residencial de largo plazo que se enfoca en la «resocialización” de la persona.
  • El control de contingencias, que proporciona cupones u otros premios a las personas que practican comportamientos saludables.

Existen medicamentos eficaces para tratar la adicción a los opioides, al alcohol y a la nicotina y para aliviar los síntomas de muchas otras enfermedades mentales; sin embargo la mayoría de ellos no se han estudiado lo suficiente en poblaciones comórbidas. Algunos medicamentos pueden servir para varios problemas. Por ejemplo, el bupropión está aprobado para el tratamiento de la depresión (Wellbutrin®) y la dependencia de la nicotina (Zyban®). Pero se necesitan más estudios para entender mejor cómo actúan estos medicamentos, especialmente cuando se combinan en pacientes con problemas comórbidos.

Puntos para recordar

  • El término “comorbilidad” se refiere a que una persona tiene dos o más enfermedades, las que pueden ocurrir al mismo tiempo o una después de la otra.
  • El trastorno por consumo de drogas y las enfermedades mentales con frecuencia son comórbidos: cerca de la mitad de las personas que tienen uno de ellos también tienen el otro.
  • Los trastornos por consumo de drogas y las enfermedades mentales tienen muchos de los mismos factores de riesgo. Además, una enfermedad mental puede predisponer a una persona a adquirir un trastorno por consumo de drogas, y viceversa.
  • El tratamiento de enfermedades comórbidas se debe enfocar en la enfermedad mental y el trastorno por consumo de drogas al mismo tiempo. No se deben tratar por separado.
  • Existen medicamentos y tratamientos conductuales eficaces para tratar las enfermedades mentales y la adicción.

Infórmese más

Para obtener más información sobre la comorbilidad entre los trastornos por consumo de drogas y otras enfermedades mentales, visite:

References

  1. Ross S, Peselow E. Co-occurring psychotic and addictive disorders: neurobiology and diagnosis. Clin Neuropharmacol. 2012;35(5):235-243. doi:10.1097/WNF.0b013e318261e193
  2. Kelly TM, Daley DC. Integrated Treatment of Substance Use and Psychiatric Disorders. Soc Work Public Health. 2013;28(0):388-406. doi:10.1080/19371918.2013.774673
  3. Baigent M. Managing patients with dual diagnosis in psychiatric practice. Curr Opin Psychiatry. 2012;25(3):201-205. doi:10.1097/YCO.0b013e3283523d3d
  4. Santucci K. Psychiatric disease and drug abuse. Curr Opin Pediatr. 2012;24(2):233-237. doi:10.1097/MOP.0b013e3283504fbf

Fuente: Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas; Institutos Nacionales de la Salud; Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos.

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