¿Qué es el trastorno afectivo estacional?

Muchas personas pasan por períodos cortos en los que se sienten tristes o un poco diferentes de lo normal. A veces, estos cambios en el estado de ánimo comienzan y terminan cuando cambian las estaciones. Muchas personas se sienten «decaídas» cuando los días se acortan en el otoño y el invierno (que también se conoce como “tristeza invernal”) y se sienten mejor en la primavera, cuando vuelve a haber más horas de luz natural.

A veces, estos cambios de humor son más graves y pueden afectar la forma en que una persona se siente, piensa y se comporta. Si ha notado cambios considerables en su estado de ánimo y comportamiento cuando cambian las estaciones, es posible que tenga el trastorno afectivo estacional.

En la mayoría de los casos, los síntomas de este trastorno comienzan a finales del otoño o a principios del invierno y desaparecen durante la primavera y el verano, lo que se conoce como el trastorno afectivo estacional de patrón invernal o depresión invernal. Otras personas tienen síntomas depresivos durante los meses de la primavera y el verano, lo que se conoce como trastorno afectivo estacional de patrón de verano o depresión de verano. El trastorno afectivo estacional de patrón de verano ocurre con menos frecuencia.

¿Cuáles son los signos y los síntomas del trastorno afectivo estacional?

El trastorno afectivo estacional es un tipo de depresión que se caracteriza por un patrón estacional recurrente, con síntomas que duran entre 4 y 5 meses al año. Los signos y los síntomas de este trastorno incluyen los que se relacionan con la depresión, así como los síntomas específicos del trastorno que difieren según se trate del trastorno afectivo estacional de patrón invernal o del de patrón de verano.

Lo síntomas de la depresión incluyen:

  • Sentirse triste, ansioso o “vacío” de forma persistente, la mayor parte de del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas.
  • Sentirse desesperanzado o mostrarse pesimista.
  • Tener sentimientos de irritabilidad, frustración o desasosiego.
  • Sentirse culpable, inútil o impotente.
  • Perder interés o no sentir placer en pasatiempos o actividades.
  • Tener menos energía, sentir fatiga o que es más lento.
  • Tener dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones.
  • Mostrar cambios en el sueño, en el apetito o en el peso sin haberlo planificado.
  • Padecer dolores o molestias físicas, como dolores de cabeza, calambres o problemas digestivos que no tienen una causa física clara ni desaparecen con tratamiento.
  • Tener pensamientos sobre la muerte o el suicidio, o sobre intentos de suicidarse.

Para el trastorno afectivo estacional de patrón invernal, los síntomas adicionales pueden incluir:

  • Dormir demasiado (hipersomnia).
  • Comer en exceso, especialmente tener antojos de carbohidratos, lo que origina un aumento de peso.
  • Retraerse socialmente (sentirse como que “quiere “hibernar”).

Para el trastorno afectivo estacional de patrón de verano, los síntomas adicionales pueden incluir:

  • Tener problemas para dormir (insomnio).
  • No tener apetito, lo que lleva a una pérdida de peso.
  • Sentirse inquieto y agitado.
  • Presentar ansiedad.
  • Mostrar un comportamiento violento o agresivo.

El trastorno afectivo estacional de patrón invernal no debe confundirse con la “tristeza por la temporada festiva”, que es la ansiedad o los sentimientos de tristeza provocados por el estrés en determinadas épocas del año. La depresión asociada con este trastorno está relacionada con menos horas de luz natural, no con el calendario, por lo que el estrés asociado con los días festivos o los cambios estacionales predecibles en los horarios laborales o escolares, las visitas familiares, etc., no son lo mismo que el trastorno afectivo estacional.

¿Cómo se diagnostica el trastorno afectivo estacional?

Si usted o alguien que conoce muestra síntomas del trastorno afectivo estacional, hable con un proveedor de atención médica o un especialista en salud mental sobre sus inquietudes. Es posible que le pidan que complete un cuestionario para determinar si sus síntomas cumplen con los criterios diagnósticos del trastorno afectivo estacional.

Para que le diagnostiquen este trastorno, una persona debe cumplir con los siguientes criterios:

  • Tener síntomas de depresión o los síntomas más específicos del trastorno afectivo estacional de patrón invernal o de verano que se enumeraron anteriormente.
  • Tener episodios depresivos que ocurren durante estaciones específicas (invierno o verano) durante al menos 2 años consecutivos. Sin embargo, no todas las personas con trastorno afectivo estacional tienen síntomas todos los años.
  • Tener episodios depresivos que son más frecuentes durante la estación específica que los episodios depresivos que tienen en otras épocas del año.

¿A quién le da el trastorno afectivo estacional?

Se calcula que millones de personas en los Estados Unidos padecen de uno de estos trastornos afectivos estacionales, aunque es posible que muchas de estas personas no sepan que tienen este trastorno frecuente. En la mayoría de los casos, el trastorno comienza en la edad adulta temprana.

El trastorno afectivo estacional ocurre con mucha más frecuencia en las mujeres que en los hombres. El trastorno afectivo estacional de patrón invernal también ocurre con más frecuencia que el de patrón de verano. Por lo tanto, este trastorno es más frecuente en personas que viven más al norte, donde hay menos horas de luz natural durante el invierno. Por ejemplo, las personas que viven en Alaska o en Nueva Inglaterra tienen una mayor probabilidad de tener trastorno afectivo estacional que las personas que residen en Texas o en Florida.

El trastorno afectivo estacional es más frecuente en personas con depresión o trastorno bipolar, especialmente el trastorno bipolar II, que se asocia con episodios depresivos repetidos y episodios hipomaníacos (menos graves que los episodios maníacos típicos del trastorno bipolar I). Además, las personas con trastorno afectivo estacional tienden a tener otros trastornos mentales, como trastorno por déficit de atención/hiperactividad, o de la alimentación, ansiedad o pánico.

A veces, el trastorno afectivo estacional es hereditario y puede ocurrir con más frecuencia en personas que tienen parientes con otras enfermedades mentales, como depresión o esquizofrenia.

¿Qué causa el trastorno afectivo estacional?

Los investigadores aún no han determinado qué causa el trastorno afectivo estacional. Hasta la fecha, la mayoría de las investigaciones se han dirigido a las posibles causas del trastorno afectivo estacional de patrón invernal, ya que es más frecuente y más fácil de estudiar. Como resultado, se sabe menos sobre el trastorno afectivo estacional de patrón de verano y es necesario realizar más investigaciones.

Los estudios indican que las personas con trastorno afectivo estacional, especialmente el de patrón invernal, tienen niveles reducidos de serotonina, una sustancia química en el cerebro que ayuda a regular el estado de ánimo. Las investigaciones también sugieren que la luz solar afecta los niveles de las moléculas que ayudan a mantener los niveles normales de serotonina. Es posible que las horas más cortas de luz impidan que estas moléculas funcionen correctamente, lo que contribuye a la disminución de los niveles de serotonina en el invierno.

La deficiencia de vitamina D puede exacerbar estos problemas en las personas con trastorno afectivo estacional de patrón invernal porque se cree que esta vitamina promueve la actividad de la serotonina. Además de la vitamina D que se consume en los alimentos, el cuerpo la produce cuando se expone la piel a la luz solar. Con menos luz natural en el invierno, es posible que las personas con este trastorno tengan niveles más bajos de vitamina D, lo que reduce aún más la actividad de la serotonina.

Otros estudios sugieren que ambas formas de este trastorno se relacionan con niveles alterados de melatonina, una hormona importante para mantener el ciclo normal de sueño y vigilia. Las personas con el trastorno afectivo estacional de patrón invernal producen demasiada melatonina, lo que puede aumentar la somnolencia y provocar que duerman demasiado.

Por el contrario, es posible que las personas con el trastorno afectivo estacional de patrón de verano tengan niveles reducidos de melatonina, lo que coincide con días largos y calurosos que empeoran la calidad del sueño y provocan síntomas de depresión. La mayor cantidad de horas de luz solar, las noches más cortas y las altas temperaturas también pueden provocar alteraciones en el sueño. Sin embargo, estas teorías aún no se han sometido a prueba de forma sistemática.

Tanto la serotonina como la melatonina ayudan a mantener el ritmo diario del cuerpo que se relaciona con el ciclo estacional del día y la noche. En las personas con el trastorno afectivo estacional, los cambios en la serotonina y la melatonina alteran los ritmos diarios normales. Como resultado, ya no pueden adaptarse a los cambios estacionales relacionados con la duración del día, lo que provoca alteraciones en el sueño, el estado de ánimo y el comportamiento.

Los pensamientos y los sentimientos negativos sobre el invierno o el verano y sus limitaciones y tensiones asociadas, también son frecuentes en las personas con trastorno afectivo estacional (y en otras personas). Sin embargo, no está claro si estos pensamientos son causas o efectos del trastorno del estado de ánimo, pero pueden ser un enfoque útil del tratamiento.

¿Cómo se trata el trastorno afectivo estacional?

Hay tratamientos disponibles para ayudar a las personas con trastorno afectivo estacional. Estos se dividen en cuatro categorías principales y se pueden utilizar solos o combinarse:

  • fototerapia (terapia con luz),
  • psicoterapia,
  • medicamentos antidepresivos,
  • vitamina D.

La fototerapia y la vitamina D son tratamientos para el trastorno afectivo estacional de patrón invernal, mientras que la psicoterapia y los medicamentos antidepresivos se usan para tratar la depresión en general, incluyendo ambas formas del trastorno afectivo estacional, el de patrón invernal y el de verano. No existen tratamientos específicos para el trastorno afectivo estacional de patrón de verano.

Hable con un proveedor de atención médica sobre los posibles beneficios y riesgos de las diferentes opciones de tratamiento y cuál es el mejor para usted. Encuentre consejos que le ayudarán a hablar con su médico u otro proveedor de atención médica acerca de su salud mental, para así mejorar su atención y aprovechar su consulta al máximo.

Fototerapia

Desde los años 80, la fototerapia ha sido un pilar para el tratamiento del trastorno afectivo estacional de patrón invernal. Su objetivo es exponer a las personas con este trastorno a una luz brillante para compensar una menor cantidad de la luz solar natural en los meses más oscuros.

Para este tratamiento, la persona afectada se sienta frente a una caja de luz muy brillante (10,000 lux) todos los días durante aproximadamente 30 a 45 minutos, por lo general a primera hora de la mañana, desde el otoño hasta la primavera. La caja de luz es aproximadamente 20 veces más brillante que la luz interior normal y filtra la luz ultravioleta potencialmente dañina, lo que hace que sea un tratamiento seguro para la mayoría de las personas. Sin embargo, las personas con ciertas enfermedades oculares o que toman ciertos medicamentos que aumentan la sensibilidad a la luz solar pueden necesitar tratamientos alternativos o utilizar fototerapia bajo supervisión médica.

Psicoterapia

La psicoterapia (también llamada terapia de diálogo o consejería) puede ayudar a las personas con trastorno afectivo estacional al enseñarles nuevas formas de pensar y de comportarse, y al cambiar hábitos que contribuyen a la depresión.

La terapia cognitivo-conductual es un tipo de psicoterapia destinada a ayudar a las personas a aprender a desafiar y cambiar pensamientos y comportamientos negativos para mejorar sus sentimientos de depresión y ansiedad. Este tipo de terapia se ha adaptado para personas con trastornos afectivo estacional (en inglés es conocida por sus siglas como CBT-SAD). Por lo general, este tipo de terapia se lleva a cabo en dos sesiones de grupo semanales durante seis semanas. Estas sesiones se centran en reemplazar los pensamientos negativos relacionados con esa estación, como los pensamientos sobre la oscuridad del invierno o el calor del verano, con pensamientos más positivos. Esta terapia también utiliza un proceso llamado activación conductual, que ayuda a las personas a identificar y programar actividades agradables e interesantes, ya sean en ambientes cerrados o al aire libre, para contrarrestar la pérdida de interés que normalmente experimentan en el invierno o el verano.

Cuando los investigadores compararon directamente la CBT-SAD con la fototerapia, ambos tratamientos fueron igualmente eficaces para mejorar los síntomas del trastorno afectivo estacional, aunque algunos síntomas mejoraron un poco más rápido con la fototerapia que con la terapia cognitivo-conductual. Sin embargo, un estudio a largo plazo que siguió de cerca a pacientes con este trastorno durante dos inviernos encontró que los efectos positivos de la terapia cognitivo-conductual parecían durar más.

Medicamentos antidepresivos

Los medicamentos que se usan para tratar la depresión (antidepresivos) pueden ser eficaces para el trastorno afectivo estacional, ya sean solos o en combinación con la psicoterapia. Los antidepresivos actúan cambiando la forma en que el cerebro produce o utiliza ciertas sustancias químicas relacionadas con el estado de ánimo o el estrés.

Los antidepresivos tardan cierto tiempo (normalmente entre 4 a 8 semanas) para que surtan efecto. A menudo, los problemas con el sueño, el apetito y la concentración mejoran antes de que mejore el estado de ánimo. Es importante darle a un medicamento la oportunidad de actuar antes de decidir si es adecuado para usted. Es posible que deba probar varios medicamentos hasta encontrar el que le funcione mejor.

Debido a que el trastorno afectivo estacional, al igual que otros tipos de depresión, se asocia con alteraciones en la actividad de la serotonina, a veces se usan medicamentos antidepresivos llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) para tratar los síntomas. Estos medicamentos pueden mejorar considerablemente el estado de ánimo de las personas.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó un antidepresivo llamado bupropión, en una presentación de liberación prolongada que está diseñada para durar más tiempo en el cuerpo. Para muchas personas, el bupropión puede prevenir la recurrencia de episodios depresivos estacionales cuando se toma a diario desde el otoño hasta principios de la primavera siguiente.

Todos los medicamentos pueden tener efectos secundarios. Hable con su médico u otro proveedor de atención médica antes de comenzar o de suspender cualquier medicamento.

Vitamina D

Debido a que muchas personas con trastorno afectivo estacional de patrón invernal a menudo tienen una insuficiencia de vitamina D, los suplementos nutricionales de esta vitamina pueden ayudar a mejorar sus síntomas. Sin embargo, los estudios para determinar si la vitamina D es eficaz en el tratamiento de este trastorno han producido resultados variados. Algunos estudios indican que es tan eficaz como la fototerapia, mientras que otros señalan que no detectan ningún efecto.

Hable con su médico u otro proveedor de atención médica sobre cualquier suplemento dietético y medicamento recetado o de venta libre que esté tomando. La vitamina D puede interactuar con algunos medicamentos.

¿Se puede prevenir el trastorno afectivo estacional?

Debido a que el momento en que inicia el trastorno afectivo estacional es tan predecible, las personas con antecedentes de este trastorno podrían beneficiarse de comenzar los tratamientos mencionados anteriormente antes del otoño (en el caso del patrón invernal) o de la primavera (en el caso de patrón de verano) para ayudar a prevenir o reducir la depresión. Hasta la fecha, muy pocos estudios han investigado si se puede prevenir este trastorno.

Resulta útil hablar sobre un plan de tratamiento personalizado con su médico u otro proveedor de atención médica, quien puede ayudarle a decidir no solo cuál es la mejor opción de tratamiento sino también el mejor momento de empezarlo para ayudar a prevenir los episodios depresivos de este trastorno.

Fuente: National Institute of Mental Health. «Trastorno afectivo estacional». Obtenido el 6/3/2024. https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/trastorno-afectivo-estacional

Reducir el uso de las redes sociales mejora significativamente la imagen corporal en adolescentes y adultos jóvenes

Los adolescentes y adultos jóvenes que redujeron su uso de las redes sociales en un 50% durante solo unas pocas semanas vieron una mejora significativa en cómo se sentían tanto con respecto a su peso como a su apariencia general en comparación con sus pares que mantuvieron niveles constantes de uso de las redes sociales, según una investigación publicada por la Asociación Americana de Psicología.

«La adolescencia es un período vulnerable para el desarrollo de problemas de imagen corporal, trastornos alimentarios y enfermedades mentales», dijo el autor principal Gary Goldfield, PhD, del Instituto de Investigación del Hospital Infantil del Este de Ontario. “Los jóvenes pasan, en promedio, entre seis y ocho horas por día frente a las pantallas, gran parte de ellas en las redes sociales. Las redes sociales pueden exponer a los usuarios a cientos o incluso miles de imágenes y fotografías cada día, incluidas las de celebridades y modelos de moda o fitness, lo que sabemos conduce a una internalización de ideales de belleza inalcanzables para casi todos, lo que resulta en una mayor insatisfacción con el cuerpo. peso y forma”.

Sin embargo, según Goldfield, gran parte de la investigación psicológica sobre las redes sociales, la imagen corporal y la salud mental es correlacional, por lo que no está claro si las personas con problemas de imagen corporal y salud mental pasan más tiempo en las redes sociales o si el uso de las redes sociales conduce a una mayor Imagen corporal y problemas de salud mental.

Para comprender mejor los efectos causales de reducir el uso de las redes sociales en la imagen corporal, Goldfield y sus colegas realizaron previamente un estudio piloto con 38 estudiantes universitarios con niveles elevados de ansiedad y/o depresión. A algunos de los participantes se les pidió que limitaran su uso de las redes sociales a no más de 60 minutos por día, mientras que a otros se les permitió acceso sin restricciones. En comparación con los participantes que tenían acceso ilimitado, los participantes que restringieron su uso mostraron mejoras en cómo consideraban su apariencia general (pero no su peso) después de tres semanas. Sin embargo, debido al pequeño tamaño de la muestra, los investigadores no pudieron realizar un análisis significativo del efecto del género.

El experimento actual, en el que participaron 220 estudiantes universitarios de entre 17 y 25 años (76% mujeres, 23% hombres, 1% otros) y publicado en la revista Psychology of Popular Media, buscaba ampliar el estudio piloto y abordar la limitación de género. Para calificar, los participantes tenían que ser usuarios habituales de las redes sociales (al menos dos horas al día en sus teléfonos inteligentes) y presentar síntomas de depresión o ansiedad.

Durante la primera semana del experimento, se pidió a todos los participantes que utilizaran sus redes sociales como lo harían normalmente. El uso de las redes sociales se midió mediante un programa de seguimiento del tiempo de pantalla al que los participantes proporcionaron una captura de pantalla diaria. Después de la primera semana, a la mitad de los participantes se les indicó que redujeran su uso de las redes sociales a no más de 60 minutos por día. Al comienzo del experimento, los participantes también respondieron a una serie de afirmaciones sobre su apariencia general (por ejemplo, «Estoy muy contento con mi apariencia») y peso (por ejemplo, «Estoy satisfecho con mi peso») en una escala de 5 puntos, donde 1 indica «nunca» y 5 «siempre». Los participantes completaron un cuestionario similar al final del experimento.

Durante las siguientes tres semanas, los participantes a los que se les indicó que restringieran su uso de las redes sociales lo redujeron en aproximadamente un 50% a un promedio de 78 minutos por día en comparación con el grupo de control, que promedió 188 minutos de uso de las redes sociales por día.

Los participantes que redujeron su uso de las redes sociales tuvieron una mejora significativa en la forma en que consideraban su apariencia general y su peso corporal después de la intervención de tres semanas, en comparación con el grupo de control, que no vio ningún cambio significativo. El género no pareció hacer ninguna diferencia en los efectos.

«Nuestra breve intervención de cuatro semanas utilizando rastreadores de tiempo de pantalla mostró que la reducción del uso de las redes sociales produjo mejoras significativas en la apariencia y la estimación del peso en jóvenes angustiados con un uso intensivo de las redes sociales», dijo Goldfield. «Reducir el uso de las redes sociales es un método viable para producir un efecto positivo a corto plazo en la imagen corporal entre una población vulnerable de usuarios y debe evaluarse como un componente potencial en el tratamiento de las alteraciones relacionadas con la imagen corporal».

Si bien el estudio actual se realizó como prueba de concepto, Goldfield y sus colegas están en el proceso de realizar un estudio más amplio para ver si la reducción en el uso de las redes sociales se puede mantener durante períodos más prolongados y si esa reducción puede generar beneficios psicológicos aún mayores.

Artículo: “Reducir el uso de las redes sociales mejora la apariencia y la autoestima en jóvenes con angustia emocional”, por Helen Thai, Licenciatura en Licenciatura, Universidad McGill; Christopher Davis, PhD, Wardah Mahboob, MA, Sabrina Perry, BA y Alex Adams, BA, Universidad de Carleton; y Gary Goldfield, PhD, Hospital Infantil del Este de Ontario. Psicología de los medios populares, publicado en línea el 23 de febrero de 2023.

Fuente: American Psychological Association. (2023, February 23). Reducing social media use significantly improves body image in teens, young adults [Press release]. https://www.apa.org/news/press/releases/2023/02/social-media-body-image

Influencias tóxicas: cómo reconocerlas y sacarlas de tu vida

Ciertas personas y situaciones en la vida pueden provocar que nos sintamos mal con nosotros mismos o que tengamos comportamientos destructivos. Identificar las influencias tóxicas en nuestras vidas y tomar medidas para establecer límites o generar una nueva vida sin ellas puede mejorar la salud mental y física con el tiempo.

Datos Rápidos

  • En promedio, 80% de los estadounidenses han sufrido algún abuso emocional. [1]
  • Aproximadamente 3/4 de los empleados de EE.UU. tienen, o han tenido un jefe tóxico según una encuesta de 2018 de Monster.com. [2]
  • Los amigos tóxicos son comunes. El 84% de las mujeres y el 75% de los hombres informan haber tenido un amigo tóxico en algún momento. [3]

Rasgos De Las Personas Tóxicas

  • Manipulación. Las personas tóxicas suelen ser muy hábiles en la manipulación. Puede parecer que están realmente interesadas en su compañía y en conocerlo al principio, pero con el tiempo utilizarán lo que sepan sobre usted para intentar que haga lo que ellas quieren. A menudo tergiversarán sus palabras o lo harán sentir culpable para salirse con la suya.
  • Estas personas lo hacen sentir mal consigo mismo. Los insultos son la forma más directa en que las personas tóxicas pueden hacerlo sentir mal, pero la mayoría de las veces las formas en que afectan su autoestima son más sutiles. Cuando se sienta feliz u orgulloso de sí mismo, encontrarán formas de “aguarle la fiesta” o restarle importancia a sus logros. También pueden actuar como si fueran más inteligentes que usted para hacerlo sentir tonto o insignificante.
  • Ser crítico. Todo el mundo puede ser crítico de vez en cuando, pero una persona tóxica es crítica casi todo el tiempo. Ven las cosas en blanco y negro y critican todo aquello con lo que no están de acuerdo o desaprueban, en lugar de considerar las circunstancias o los sentimientos de otras personas
  • Negatividad. Algunas personas no pueden ver lo bueno de la vida. Verán algo malo en todo y no podrán hallar la alegría en nada. Estar cerca de alguien así puede hacer que sea difícil para usted disfrutar y ser positivo. A veces puede ser fácil confundir los síntomas de la depresión con la negatividad, por lo que vale la pena tener una conversación con otra persona para determinar si necesita ayuda para superar la depresión o si alguien de su entorno está siendo realmente tóxico.
  • Agresión pasiva. Estos comportamientos son una forma en que las personas expresan su descontento sin tener una conversación sobre sus problemas. Este tipo de hostilidad es menos obvio que la ira y puede manifestarse de varias maneras. Algunas formas de agresión pasiva incluyen comentarios sarcásticos, sabotear los esfuerzos de otras personas y hacer o no hacer algo a propósito para que las cosas sean inconvenientes para una persona o para alterarla.
  • Egoísta. Las personas tóxicas se preocupan principalmente por sí mismas. No piensan en cómo sus acciones afectan a los demás y creen que son mejores que el resto. Una persona egocéntrica se enfoca en conseguir lo que quiere y es poco probable que ceda o considere el punto de vista de otra persona.
  • Dificultad con el manejo de la ira. Una persona que tiene problemas para controlar su ira lo hará sentir inseguro cada vez que esté cerca. Lo más mínimo puede provocarle un ataque de rabia, y a menudo dicen cosas desagradables e hirientes mientras están en este estado mental. Quizás pidan disculpas al día siguiente, pero a menudo son poco sinceras y la persona tóxica repetirá sus comportamientos de ira e hirientes poco después.
  • Controlador. Uno de los rasgos más peligrosos de una persona tóxica es cómo intentan controlar los comportamientos de los demás. Estas personas pueden intentar restringir su contacto con sus amigos o familiares, o limitar los recursos como el acceso al transporte o al dinero para restringir su capacidad de interactuar con el mundo que lo rodea. Si se encuentra en una situación en la que una persona intenta restringir sus movimientos o su comunicación, se trata de un abuso doméstico y requiere una acción inmediata.
  1. Carney, M.M., Barner, J.R. (2012). Prevalence of partner abuse: Rates of emotional abuse and control. Partner Abuse, 3(3), 286–335.
  2. https://www.monster.com/career-advice/article/signs-not-cut-out-for-management
  3. https://www.today.com/health/toxic-friends-8-10-people-endure-poisonous-pals-1C9413205

Fuente: Mental Health America

Cómo ser dueño de tus emociones

Las emociones negativas como el miedo, la tristeza y la ira son una parte básica de la vida y, a veces, luchamos por saber cómo lidiar con ellas de manera efectiva. Puede ser tentador actuar de inmediato sobre lo que siente, pero eso a menudo no soluciona la situación problemática que causó las emociones. De hecho, puede conducir a más problemas con los que lidiar en el futuro.

¿Sabías?

  • El idioma inglés tiene más de 3000 palabras para las emociones. [1]
  • Las personas que son buenas para identificar y nombrar sus emociones con precisión son menos propensas al consumo excesivo de alcohol, a la agresión física o a infringirse daño cuando están angustiadas. [2]
  • Cuando se enseña a los niños en edad escolar sobre las emociones durante 20-30 minutos a la semana, su comportamiento social y su rendimiento escolar mejoran. [3]

Consejos para el éxito

  • Permítase sentir. A veces hay presiones sociales que llevan a la gente a apagar sus emociones. A menudo se expresan a través de declaraciones como: “Sólo los débiles lloran” o “Hazte hombre”. Estas ideas anticuadas son dañinas y no ayudan. Todo el mundo tiene emociones que forman parte de la experiencia humana y usted tiene todo el derecho a sentirlas, sin importar el género, la orientación sexual, la etnia, el estado socioeconómico, la raza, la afiliación política o la religión.
  • No ignore sus sentimientos. La mayoría de nosotros hemos escuchado el término “reprimir los sentimientos”. Cuando intentamos dejar de lado los sentimientos sin asumirlos, se fortalecen y nos hacen más propensos a “explotar” en algún momento del futuro. Puede que no siempre sea apropiado procesar sus emociones en el momento en que las siente, pero intente hacerlo tan pronto como pueda.
  • Hable sobre sus sentimientos. Encuentre a alguien en quien confíe y con quien pueda hablar de cómo se siente. Puede que descubra que las personas desean compartir experiencias similares que han tenido o momentos en los que se han sentido de la manera en que usted se siente. Esto puede ser útil, pero si solo le interesa que alguien lo escuche, está bien que lo diga.
  • Desarrolle su vocabulario emocional. Cuando nos preguntan cómo nos sentimos, la mayoría de las personas suelen usar palabras como mal, triste, nervioso, bien o normal. Pero en la raíz de “bien, mal, triste, nervioso o ni bien ni mal” hay muchas palabras que describen mejor cómo nos sentimos. Intente desarrollar su vocabulario emocional escribiendo todas las palabras de “sentimientos” que pueda imaginar y piense en un momento en el que se sintió así.
  • Intente escribir un diario. Cada noche escriba al menos 3 sentimientos que tuvo durante el día y qué los causó. No tiene por qué ser una especie de “Querido Diario”. Solo una lista con algunas frases o impresiones para ayudarlo a practicar cómo estar cómodo a la hora de identificar y expresar sus emociones.
  • Considere la fuerza de sus sentimientos. Al pensar en la intensidad de sus emociones, puede que se dé cuenta de que lo que pensó que estaba sintiendo al principio podría describirse mejor con otra palabra. Por ejemplo, a veces una persona puede decir que está estresada cuando lo que realmente está experimentando es algo menos grave como una molestia. Por el contrario, la ira puede ser realmente un sentimiento más fuerte y profundo como la traición.
  • Consulte a un profesional de la salud mental. Si está buscando la forma de estar más en contacto con sus sentimientos, pero tiene problemas para lidiar con ellos, los proveedores de salud mental, como los consejeros y terapeutas, están capacitados para ayudar. También hay algunas opciones gratuitas o de bajo costo. Su empleador podría tener un Programa de Asistencia al Empleado (EAP) que ofrece un número limitado de sesiones de asesoramiento gratuitas, y su departamento de Recursos Humanos puede ayudarlo a acceder a este recurso. Los líderes de organizaciones religiosas como iglesias, sinagogas y mezquitas suelen tener experiencia con el asesoramiento.

Fuentes

  1. https://learnersdictionary.com/3000-words/topic/emotions-vocabulary-english
  2. Kashdan, T. B., Barrett, L. F., McKnight, P. E. (2015). Unpacking Emotion Differentiation: Transforming Unpleasant Experience by Perceiving Distinctions in Negativity. Current Directions in Psychological Science, 24(1), 10–16. https://doi.org/10.1177/0963721414550708
  3. Brackett, M. A., Rivers, S. E., Reyes, M. R., & Salovey, P. (2012). Enhancing academic performance and social and emotional competence with the RULER feeling words curriculum. Learning and Individual Differences, 22, 218–224.

Fuente artículo: https://screening.mhanational.org/content/ser-dueno-de-sus-sentimientos/?pathway=29431

El aumento de las muertes causadas por los estimulantes indica que estamos ante algo más que una crisis de opioides

Aunque a menudo hablamos sobre drogas individuales y trastornos por consumo de drogas individuales, la realidad es que muchas personas consumen más de una droga y mueren por el consumo combinado de ellas. A pesar de que las muertes por opioides continúan requiriendo la atención pública, el aumento alarmante de las muertes relacionadas con la metanfetamina y la cocaína —dos estimulantes— es una contundente ilustración de que ya no enfrentamos solamente una crisis de opioides. Estamos frente a una crisis de adicción y sobredosis compleja y en constante evolución que se caracteriza por el cambio de una droga a otra según la disponibilidad y por el consumo combinado de diferentes drogas y de varios tipos de drogas.

Las muertes por sobredosis de opioides comenzaron a aumentar hace dos décadas, luego de la aparición de potentes analgésicos opioides, como OxyContin. Pero en realidad, las muertes por sobredosis de drogas han estado aumentando exponencialmente desde al menos 1980, causadas por diferentes drogas(link is external) (por ejemplo, cocaína) en distintos momentos. Las muertes por sobredosis relacionadas con la metanfetamina comenzaron a aumentar marcadamente en 2009, y las cifras provisionales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) muestran que para 2019 habían aumentado diez veces, con un registro de más de 16,500 casos. Una cantidad similar de personas muere cada año por sobredosis relacionadas con la cocaína (16,196), lo que muestra un aumento casi igual de precipitado en el mismo período

A pesar de que el consumo de estimulantes y los trastornos por consumo de estimulantes varían de un año a otro, encuestas nacionales han sugerido que el consumo no había aumentado de modo considerable en el período en que se dispararon las muertes por sobredosis de este tipo de drogas, lo cual significa que los aumentos de mortalidad probablemente se deban a que las personas están combinando las drogas estimulantes con opioides como la heroína o el fentanilo, o a que —sin saberlo— están consumiendo productos que han sido contaminados con fentanilo. El fentanilo es un potente opioide sintético (80 veces más potente que la morfina) que desde 2013 ha impulsado el marcado aumento de las sobredosis de opioides.

Durante la segunda mitad de la década de 1980, cuando la popularidad de la cocaína aumentó, se produjeron muchas sobredosis en personas que combinaban esa droga con heroína. El aumento creciente de las muertes por el consumo combinado de estimulantes y opioides parece reflejar un fenómeno similar. De acuerdo con un examen reciente de las barreras que enfrentan los programas de servicios de jeringas publicado en International Journal of Drug Policy(link is external), el personal de algunos de esos programas ha reportado que son más las personas que se inyectan metanfetamina y opioides en forma conjunta. También hay algunos reportes de que quienes consumen este tipo de drogas están pasando de los opioides a la metanfetamina porque los atemoriza el hecho de no saber si los productos opioides contienen fentanilo (a pesar de que la metanfetamina puede también estar contaminada con fentanilo).

Un estudio realizado en 2018 por investigadores de Washington University en St. Louis y publicado en Drug and Alcohol Dependence(link is external) halló que el consumo de metanfetamina ha aumentado marcadamente entre personas que ya sufrían de un trastorno por consumo de opioides. Los participantes del estudio que tenían un trastorno por consumo de opioides reportaron que reemplazaban los opioides por metanfetamina cuando no podían obtenerlos o cuando percibían el consumo de opioides como peligroso, o que combinaban ambas sustancias en busca de una euforia sinérgica. Quienes combinan intencionalmente la heroína con cocaína o metanfetamina reportan que el estimulante los ayuda a contrarrestar los efectos soporíficos de los opioides, lo que les permite funcionar «normalmente». Sin embargo, la combinación puede intensificar la toxicidad y letalidad de las drogas al exacerbar los efectos cardiovasculares y pulmonares de cada droga individual.

Hace falta mucha más investigación sobre el uso combinado de estimulantes y opioides, y sobre la forma en que su combinación afecta el riesgo de sobredosis. Lamentablemente, los certificados de defunción no siempre mencionan las drogas identificadas y, cuando lo hacen, es posible que no sean precisos sobre qué drogas fueron las principales contribuyentes al fallecimiento, lo que hace difícil saber con exactitud qué papel desempeñan los opioides y los estimulantes cuando las personas, en forma deliberada o accidental, consumen las dos sustancias juntas.

La sobredosis no es el único peligro. El consumo persistente de estimulantes puede generar problemas cognitivos y muchos otros problemas de salud (como enfermedades cardíacas y pulmonares). Inyectarse cocaína o metanfetamina con elementos compartidos puede transmitir enfermedades infecciosas, como el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) o la hepatitis B y C. Se ha observado que la cocaína reduce la función inmunitaria de las células y promueve la replicación del VIH, y su consumo puede hacer que las personas con VIH sean más susceptibles a contraer hepatitis C. Similarmente, la metanfetamina puede empeorar el avance del VIH y exacerbar los problemas cognitivos causados por ese virus.

Se ha descubierto que el consumo de metanfetamina por parte de hombres que tienen actividad sexual con otros hombres es un factor importante en la transmisión del VIH en ese grupo de población. Según un nuevo estudio publicado en Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes(link is external) por investigadores de City University of New York y University of Miami, más de un tercio de los hombres gay y bisexuales de la muestra que contrajeron VIH en un período de estudio de 12 meses reportaron consumo de metanfetamina tanto antes de ese período como durante él. Entre las variables que se examinaron, el consumo de metanfetamina fue el mayor factor individual de riesgo para el contagio del VIH, lo que indica que el consumo de esta droga debe considerarse un importante punto de ataque en las intervenciones en este grupo poblacional. Otro estudio financiado por el NIDA —que llevó a cabo un equipo de la Facultad de Enfermería en University of California San Francisco y se publicó en el Journal of Urban Health en 2014— halló que la terapia cognitivo-conductual para el trastorno por consumo de drogas fue un recurso eficaz para reducir el daño y disminuir el consumo de estimulantes y la conducta sexual de riesgo en una muestra de hombres que tenían sexo con otros hombres.

Por el momento, los mejores tratamientos disponibles para los trastornos por consumo de estimulantes son las intervenciones conductuales. El control de contingencias, que utiliza incentivos motivacionales y recompensas tangibles para ayudar a que la persona alcance sus metas de tratamiento, es la terapia más eficaz, particularmente cuando se la emplea en combinación con una estrategia de refuerzo comunitario. A pesar de su eficacia para tratar tanto el trastorno por consumo de metanfetamina como el trastorno por consumo de cocaína, el control de contingencias no es de uso generalizado, debido en parte a políticas que limitan el valor monetario de los incentivos permitidos como parte del tratamiento.

En la actualidad no hay medicamentos aprobados para el tratamiento de los trastornos por consumo de estimulantes, pero hay optimismo de que eso cambiará en un futuro no muy lejano. Varios equipos de investigación financiados por el NIDA han estado trabajando arduamente —en algunos casos durante ya varios años— en la identificación de nuevos blancos para los fármacos y en la evaluación de inmunoterapias para la adicción a la metanfetamina, incluidas las vacunas.

Linda Dwoskin, una investigadora financiada por el NIDA en la Facultad de Farmacia de University of Kentucky, está desarrollando compuestos que alterarán la función de las moléculas llamadas transportadores vesiculares de monoamina, las cuales afectan el modo en que las neuronas reciclan la dopamina y son los blancos sobre los que actúa la metanfetamina; de esa manera, se podría reducir el deseo intenso de consumir la droga y las recaídas de las personas adictas. (Sus dos décadas de investigación para crear un medicamento contra la adicción a la metanfetamina están documentadas en una serie de varios artículos publicados en NIDA Notes; el más reciente puede leerse aquí).

Además de los medicamentos, otro enfoque novedoso que se está probando para tratar los trastornos por consumo de diferentes drogas es el uso de compuestos que reclutan el propio sistema inmunitario del organismo contra tipos específicos de drogas, y la introducción directa de anticuerpos para neutralizar los efectos de las drogas. Un equipo de University of Arkansas for Medical Sciences y la empresa biotécnica InterveXion Therapeutics está realizando actualmente ensayos de fase II de un anticuerpo monoclonal capaz de mantener la metanfetamina en el torrente sanguíneo e inhabilitar su entrada al cerebro. (Una serie de NIDA Notes recientemente publicada también da detalles sobre este programa de investigación).

Lamentablemente, la pandemia de COVID-19 y el estrés que conlleva han hecho más urgente la necesidad de nuevas estrategias de prevención y tratamiento. Investigadores en el Departamento de Salud y Servicios Humanos y Millennium Health recientemente publicaron en la revista JAMA(link is external) que desde el comienzo de la emergencia nacional, en marzo, ha habido un aumento del 23% en los resultados positivos a la metanfetamina en muestras de orina tomadas en varios entornos clínicos y médicos en todo el país, un aumento del 19% en los resultados positivos de cocaína y un aumento del 67% en los resultados positivos de fentanilo. Otro estudio reciente de muestras de orina realizado por investigadores en Quest Diagnostics y publicado en Population Health Management halló importantes aumentos de fentanilo combinado con metanfetamina y con cocaína durante la pandemia. 

Los esfuerzos para abordar el consumo de estimulantes deberían estar integrados con las iniciativas que ya se están implementando para el abordaje de la adicción a los opioides y su consecuente mortalidad. La compleja realidad del consumo de múltiples drogas ya es un área de investigación para la cual el NIDA presta apoyo financiero, pero es necesario trabajar mucho más. El reconocimiento de que nos enfrentamos a una crisis de drogadicción y sobredosis —no solo a una crisis de opioides— debe guiar las tareas de  investigación, prevención y tratamiento de aquí en adelante.

FUENTE: NIDA. 2020, Noviembre 12. El aumento de las muertes causadas por los estimulantes indica que estamos ante algo más que una crisis de opioides. Retrieved from https://www.drugabuse.gov/es/acerca-del-nida/blog-de-nora/2020/11/el-aumento-de-las-muertes-causadas-por-los-estimulantes-indica-que-estamos-ante-algo-mas-que-una en 2021, June 10

Foto: Source: Office of Intramural Training & Education, NIHUn investigador sostiene un tubo de ensayo en el laboratorio

¿Cómo dejar de fumar?

Tanto los tratamientos conductuales como los medicamentos pueden ayudar a dejar de fumar, pero la combinación de ambos enfoques es más efectiva que el empleo de una sola estrategia.

¿Qué es el tabaco?

El tabaco es una planta que se cultiva por sus hojas, las cuales se secan y fermentan y luego se usan en varios productos. Contiene nicotina, un ingrediente que puede conducir a la adicción, lo que explica por qué a muchas personas que consumen tabaco les resulta difícil dejar de consumirlo. También contiene muchas otras sustancias químicas potencialmente nocivas, y otras más se generan al quemarlo.

¿Cómo se consume el tabaco?

El tabaco se puede fumar, masticar o aspirar. Los productos para fumar incluyen cigarrillos, cigarros, bidis y cigarrillos de clavo. Algunas personas fuman hojas sueltas de tabaco en pipa o en una pipa de agua llamada narguile o hookah. Los productos que se mascan incluyen el tabaco para mascar, el rapé, el tabaco sin humo (dip) y la pasta húmeda (snus); el rapé también se puede aspirar.

¿Qué efectos tiene el tabaco en el cerebro?

Al consumir tabaco en cualquiera de sus formas, la nicotina que contiene se absorbe rápidamente en la corriente sanguínea. Una vez que ingresa a la corriente sanguínea, la nicotina estimula inmediatamente las glándulas adrenales para que liberen la hormona epinefrina (adrenalina). La epinefrina estimula el sistema nervioso central y aumenta la presión arterial, la frecuencia respiratoria y la frecuencia cardíaca. Al igual que sucede con drogas como la cocaína y la heroína, la nicotina aumenta los niveles del neurotransmisor químico llamado dopamina, el cual afecta partes del cerebro que controlan la satisfacción y el placer. Hay estudios que sugieren que otras sustancias químicas presentes en el humo del tabaco, como el acetaldehído, podrían potenciar los efectos de la nicotina en el cerebro.

¿Qué otros efectos tiene el tabaco sobre la salud?

Si bien la nicotina es adictiva, la mayor parte de los efectos graves derivados del consumo de tabaco provienen de otras sustancias químicas. Fumar tabaco puede generar cáncer pulmonar, bronquitis crónica y enfisema. Además, aumenta el riesgo de las enfermedades cardíacas, que pueden llevar a una embolia o un infarto. Fumar también se ha asociado con otros cánceres, leucemia, cataratas, diabetes tipo II y neumonía. Todos estos riesgos corresponden al consumo de cualquier producto que se fuma, incluido el tabaco en hookah. El tabaco sin humo aumenta el riesgo de cáncer, particularmente de cánceres de la boca.

Las mujeres embarazadas que fuman cigarrillos tienen un mayor riesgo de abortos y nacimientos de bebés sin vida, prematuros o con poco peso. Fumar durante el embarazo también podría estar asociado con problemas de conducta y aprendizaje en los niños que están expuestos al tabaco.

Las personas que están cerca de quienes fuman se exponen al humo de segunda mano, ya sea proveniente del extremo del producto de tabaco que se quema o de la exhalación de la persona que está fumando. La exposición al humo de segunda mano también puede generar cáncer de pulmón y enfermedades cardíacas. Puede causar problemas de salud en niños y adultos, tales como tos, flema, insuficiencia pulmonar, neumonía y bronquitis. Los niños expuestos al humo de segunda mano tienen un mayor riesgo de sufrir de infecciones del oído, asma grave, infecciones pulmonares y muerte por el síndrome de muerte súbita del lactante.

¿Cómo lleva a la adicción el consumo de tabaco?

Para muchas personas que consumen tabaco, los cambios en el cerebro producidos por la exposición continua a la nicotina acaban por crear adicción. Cuando una persona trata de dejar el tabaco puede experimentar síntomas de abstinencia como:

  • irritabilidad
  • problemas para prestar atención
  • problemas para dormir
  • más apetito
  • deseos vehementes e intensos de tabaco

¿Cómo se trata la adicción a la nicotina?

Tanto los tratamientos conductuales como los medicamentos pueden ayudar a dejar de fumar, pero la combinación de ambos enfoques es más efectiva que el empleo de una sola estrategia.

Tratamientos conductuales

Los tratamientos conductuales utilizan una variedad de métodos para ayudar a las personas a dejar de fumar, que van desde materiales de autoayuda hasta apoyo profesional. Estos tratamientos enseñan a reconocer las situaciones de alto riesgo y crear estrategias para hacerles frente. Por ejemplo, las personas que se reúnen con gente que fuma tienen más probabilidades de fumar y menos probabilidades de dejar de hacerlo.

Terapias de reemplazo de nicotina

Las terapias de reemplazo de nicotina (NRT, por su sigla en inglés) fueron los primeros medicamentos que adoptó la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para su utilización en los tratamientos para dejar de consumir tabaco.

Los productos de reemplazo de nicotina que actualmente cuentan con la aprobación de la FDA incluyen goma de mascar, parches transdérmicos, pulverizadores nasales, inhaladores y pastillas. Estos productos liberan una dosis controlada de nicotina para aliviar los síntomas de abstinencia mientras la persona intenta dejar el tabaco.

Otros medicamentos

El bupropión (Zyban®) y la vareniclina (Chantix®) son dos medicamentos sin nicotina aprobados por la FDA que han resultado eficaces como ayuda para dejar de fumar. Actúan sobre los receptores de nicotina del cerebro, aliviando los síntomas de abstinencia y bloqueando los efectos de la nicotina si la persona comienza a fumar de nuevo.

¿Es posible sufrir una sobredosis de nicotina?

La nicotina es venenosa y, si bien no es común, la sobredosis es posible. La sobredosis ocurre cuando la persona consume demasiada cantidad de una droga y sufre una reacción tóxica que causa síntomas nocivos graves o la muerte. La intoxicación por nicotina normalmente ocurre en niños pequeños que accidentalmente mastican la goma de mascar o los parches con nicotina que se utilizan para dejar de fumar o ingieren el líquido de los cigarrillos eléctricos. Los síntomas incluyen dificultad para respirar, vómitos, desmayos, dolor de cabeza, debilidad y aumento o disminución de la frecuencia cardíaca. Ante la sospecha de que un niño o un adulto pudiera estar sufriendo una sobredosis de nicotina es necesario obtener asistencia médica en forma inmediata.

Puntos para recordar

  • El tabaco es una planta que se cultiva por sus hojas, las cuales se secan y fermentan y luego se usan en varios productos. El tabaco contiene nicotina, el ingrediente que puede causar adicción.
  • El tabaco se puede fumar, masticar o aspirar.
  • La nicotina actúa en el cerebro estimulando las glándulas adrenales para que liberen la hormona epinefrina (adrenalina) y aumentando los niveles de dopamina, un neurotransmisor químico.
  • Fumar tabaco puede generar cáncer pulmonar, bronquitis crónica y enfisema. Además, aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, las que pueden llevar a una embolia o un infarto. Fumar también está asociado con otros tipos de cáncer, leucemia, cataratas y neumonía. El tabaco sin humo aumenta el riesgo de cáncer, especialmente del cáncer de la boca.
  • El humo de segunda mano puede causar cáncer de pulmón y enfermedades cardíacas, además de tener otros efectos sobre la salud de adultos y niños.
  • Para muchos consumidores de tabaco, los cambios en el cerebro producidos por la exposición continua a la nicotina acaban por crear adicción.
  • Tanto los tratamientos conductuales como los medicamentos pueden ayudar a dejar de fumar, pero la combinación de ambos enfoques es más efectiva que el empleo de una sola estrategia.
  • La sobredosis de nicotina es posible, si bien generalmente ocurre en niños pequeños que mastican accidentalmente goma de mascar o parches de nicotina o ingieren el líquido de los cigarrillos electrónicos.
  • Ante la sospecha de que un niño o un adulto pudiera estar sufriendo una sobredosis de nicotina es necesario obtener asistencia médica en forma inmediata.

Fuente: Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas; Institutos Nacionales de la Salud; Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos.

Gratuito: Curso de actualización en la evaluación, diagnóstico y tratamiento del TEPT 2020 / COVID-19

Fundación Elementos tiene abierta la inscripción al Curso de “Evaluación,  diagnóstico y tratamiento del Trastorno por Estrés Postraumático 2020 para médicos, psiquiatras en formación y estudiantes de ciencias de la salud con enfoque en la clínica y las neurociencias”.

Directores del curso: Dr. Ricardo Heffel y Lic. Leonardo Cecotti. Sec. Agustina Solis.

Inicio: 20 de Abril  de 2020.

Frecuencia: Semanal

Duración: 1 mes.

Metodología: El curso es 100% online.

Entrega de certificados: “Curso de Actualización en la Evaluación, diagnóstico y tratamiento del Trastorno por Estrés Postraumático 2020-COVID 19”.

¿Por qué debes realizar este curso?

Las patologías relacionadas con la salud mental y las adicciones han sufrido un importante incremento en nuestro tiempo y se han convertido en un problema sanitario de primer orden.

En los próximos meses y en relación a la pandemia de COVID-19, los agentes sanitarios de todo el mundo estarán afrontando no sólo el desafío que implica el panorama actual sino también las consecuencias desvastadoras en sus propias vidas y su propia salud.

Haciendo énfasis en nuestro lema “la ciencia de prevenir” lanzamos este curso online de libre acceso como un granito de arena para sumar a esta cruzada.

Objetivo general:

El alumno actualizará sus conocimientos sobre psiquiatría, salud mental y adicciones sobre el tema TEPT.

Aprender a evaluar, diagnosticar y tratar con un abordaje integral el tema.

Objetivos específicos:

El alumno será capaz de:

Actualizar conocimientos sobre TEPT.

Reconocer los diversos síntomas y características del TEPT.

Evaluación:

30  preguntas de opción múltiple al final del cursado.

10 preguntas de opción múltiple al final de cada tema.

Arancel: Sin cargo.

Consultas: info@fundacionelementos.org

Preinscribite ahora completando el siguiente formulario y nos comunicaremos contigo a la brevedad.

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Curso de actualización en el manejo de las crisis psiquiátricas

Fundación Elementos tiene abierta la inscripción al “Curso de actualización en el manejo de las crisis en psiquiatría para médicos, psiquiatras en formación y estudiantes de ciencias de la salud con enfoque en la clínica y las neurociencias”.

Directores del curso: Dr. Ricardo Heffel – Lic. Leonardo Cecotti.

Inicio: 13 de marzo de 2020.

Frecuencia: Quincenal (segundo y cuarto viernes de cada mes), de 18:30 a 21:30 hs.

Duración: 4 meses.

Lugar de cursado: Alvear 1478, 5to piso – Rosario.

Metodología: El curso es 100% presencial.

Entrega de certificados: “Actualización en el manejo de crisis de Psiquiatría para Actores de Ciencias de la Salud Con Enfoque en la Clínica y las Neurociencias”.

¿Por qué debes realizar este curso?

Las patologías relacionadas con la salud mental y las adicciones han sufrido un importante incremento en nuestro tiempo y se han convertido en un problema sanitario de primer orden.

El tener los conocimientos actualizados sobre estas patologías es importante tanto para el enfermero que trabaje directamente con estos pacientes como para los profesionales generalistas que se encuentran de forma ocasional con estos casos en su labor diaria. Si se tienen actualizados los conocimientos sobre estos temas, se podrá responder de una forma más eficaz en la atención de nuestros pacientes.

Objetivo general:

El alumno actualizará sus conocimientos sobre psiquiatría, salud mental y comunicación, para poder aplicarlos en su entorno profesional.

Objetivos específicos:

El alumno será capaz de:

Actualizar conocimientos sobre enfermería psiquiátrica.
Actualizar conocimientos sobre trastornos y problemas relacionados con la salud mental.
Reconocer los diversos síntomas y características de las principales patologías relacionadas con la salud mental:
Estrés y ansiedad
Trastornos del estado de ánimo
Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos
Trastornos de la personalidad
Ludopatías
Trastornos psicosomáticos
Trastornos de la conducta alimentaria
Drogodependencias
Trastornos por deterioro cognitivo: delirio y demencia
Trastornos psiquiátricos en la infancia y la adolescencia
Conocer los principios que influyen sobre la relación interpersonal
Conocer las diversas modalidades de relación
Conocer las actitudes del paciente con problemas de relación
Conocer los problemas de Comunicación con el paciente y la familia
Conocer el manejo del duelo

Programa del curso:

Bloque 1

Tema 1: Introducción a la enfermería psiquiátrica.

Bases conceptuales de la psicopatología y la psiquiatría.

Los procesos psicológicos básicos.

Tema 2: Trastornos y problemas relacionados con la salud mental.

Estrés, ansiedad y trastornos relacionados.

Trastornos del estado de ánimo.

Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.

Trastornos de la personalidad.

Trastornos del control de los impulsos: las ludopatías.

Trastornos psicosomáticos.

Trastornos de la conducta alimentaria.

Drogodependencias.

Trastornos por deterioro cognitivo: delirio y demencia.

Otros procesos de tipo afectivo-conductual que pueden derivar en trastorno.

Bloque 2

Tema 3: La relación interpersonal.

Tema 4: La enfermera en la relación.

Tema 5: El paciente en la relación.

Tema 6: Comunicación con el paciente y la familia.

Tema 7: Intervenciones terapéuticas.

Requisitos básicos:

Estar en proceso de formación en enfermería y ciencias de la salud.

Evaluación:

100 preguntas de opción múltiple al final del cursado.

10 preguntas de opción múltiple al final de cada tema.

Arancel:

Consultar costo a info@fundacionelementos.org

Se reserva el cupo con el pago de la primera cuota hasta el 31 enero de 2020.

Para acceder al certificado es imprescindible abonar las 4 cuotas.

Preinscribite ahora completando el siguiente formulario y nos comunicaremos contigo a la brevedad.

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Curso de actualización en psiquiatría para enfermeros y estudiantes de ciencias de la salud

Fundación Elementos tiene abierta la inscripción al “Curso de actualización en psiquiatría para enfermeros y estudiantes de ciencias de la salud con enfoque en la clínica y las neurociencias”.

Directores del curso: Dr. Ricardo Heffel – Lic. Leonardo Cecotti.

Inicio: 06 de marzo de 2020.

Frecuencia: Quincenal (primer y tercer viernes de casa mes), de 18:30 a 21:30 hs. 

Duración: 4 meses.

Lugar de cursado: Alvear 1478, 5to piso – Rosario.

Metodología: El curso es 100% presencial.

Entrega de certificados: “Actualización en Psiquiatría para Enfermeros y Estudiantes de Ciencias de la Salud Con Enfoque en la Clínica y las Neurociencias”.

¿Por qué debes realizar este curso?

Las patologías relacionadas con la salud mental y las adicciones han sufrido un importante incremento en nuestro tiempo y se han convertido en un problema sanitario de primer orden.

El tener los conocimientos actualizados sobre estas patologías es importante tanto para el enfermero que trabaje directamente con estos pacientes como para los profesionales generalistas que se encuentran de forma ocasional con estos casos en su labor diaria. Si se tienen actualizados los conocimientos sobre estos temas, se podrá responder de una forma más eficaz en la atención de nuestros pacientes.

Objetivo general:

El alumno actualizará sus conocimientos sobre psiquiatría, salud mental y comunicación, para poder aplicarlos en su entorno profesional.

Objetivos específicos:

El alumno será capaz de:

  • Actualizar conocimientos sobre enfermería psiquiátrica
  • Actualizar conocimientos sobre trastornos y problemas relacionados con la salud mental
  • Reconocer los diversos síntomas y características de las principales patologías relacionadas con la salud mental:
  • Estrés y ansiedad
  • Trastornos del estado de ánimo
  • Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos
  • Trastornos de la personalidad
  • Ludopatías
  • Trastornos psicosomáticos
  • Trastornos de la conducta alimentaria
  • Drogodependencias
  • Trastornos por deterioro cognitivo: delirio y demencia
  • Trastornos psiquiátricos en la infancia y la adolescencia
  • Conocer los principios que influyen sobre la relación interpersonal
  • Conocer las diversas modalidades de relación
  • Conocer las actitudes del paciente con problemas de relación
  • Conocer los problemas de Comunicación con el paciente y la familia
  • Conocer el manejo del duelo

Programa del curso:

Bloque 1

Tema 1: Introducción a la enfermería psiquiátrica

Bases conceptuales de la psicopatología y la psiquiatría

Los procesos psicológicos básicos

Tema 2: Trastornos y problemas relacionados con la salud mental

Estrés, ansiedad y trastornos relacionados

Trastornos del estado de ánimo

Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos

Trastornos de la personalidad

Trastornos del control de los impulsos: las ludopatías

Trastornos psicosomáticos

Trastornos de la conducta alimentaria

Drogodependencias

Trastornos por deterioro cognitivo: delirio y demencia

Otros procesos de tipo afectivo-conductual que pueden derivar en trastorno

Bloque 2

Tema 3: La relación interpersonal

Tema 4: La enfermera en la relación

Tema 5: El paciente en la relación

Tema 6: Comunicación con el paciente y la familia

Tema 7: Intervenciones terapéuticas

Requisitos básicos:

Estar en proceso de formación en enfermería y ciencias de la salud.

Evaluación:

100 preguntas de opción múltiple al final del cursado.

10 preguntas de opción múltiple al final de cada tema.

Arancel:

Consultar costo a info@fundacionelementos.org

Se reserva el cupo con el pago de la primera cuota hasta diciembre de 2019.

Para acceder al certificado es imprescindible abonar las 4 cuotas.

Los fondos serán destinados al Merendero de la Fundación Elementos.

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La migraña: tema central del Día Mundial del Cerebro 2019

Este 22 de julio, la Federación Mundial de Neurología (WFN, por sus siglas en inglés) se asocia con la International Headache Society (IHS) para apoyar el muy esperado 5to Día Mundial del Cerebro. Este año, el Día Mundial del Cerebro se dedica a crear conciencia sobre la enfermedad cerebral más común en el mundo: la migraña.

La migraña es más que un dolor de cabeza

«La migraña afecta a una de cada siete personas y, junto con otros trastornos de dolor de cabeza, es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo», explicó la profesora Tissa Wijeratne, Presidenta del Día Mundial del Cerebro.

“La falta de apoyo a la investigación y las publicaciones en el campo de la migraña en países de ingresos bajos a medios es decepcionante y alarmante. Aquí es donde viven casi dos tercios de la población mundial. La situación en los países de altos ingresos todavía tiene una tremenda necesidad de progreso «.

A pesar de su impacto generalizado, la migraña sigue siendo muy poco reconocida, diagnosticada y tratada. Debido a la falta de educación en medicina para el dolor de cabeza, no es raro que los proveedores de atención médica no cuenten con las herramientas necesarias para diagnosticar y tratar a los pacientes de manera efectiva. Como resultado, la mayoría de los pacientes no reciben la ayuda que necesitan.

«La migraña recibe menos fondos para la investigación que todas las enfermedades más onerosas del mundo», dijo el profesor Wolfgang Grisold, secretario general de WFN. «Generar conciencia ayudará a la comunidad científica a abogar de manera más efectiva en nombre de esta vasta población de pacientes necesitados».

La migraña es una enfermedad neurológica incapacitante. Se caracteriza por dolor de cabeza severo, deterioro cognitivo, náuseas, vómitos, mareos, vértigo y sensibilidad a la luz, el sonido y el tacto. También está altamente asociado con otras enfermedades como apoplejía, enfermedad cardíaca, epilepsia, depresión, dolor crónico, entre otras. Para ayudar a los pacientes a encontrar alivio y mejorar su calidad de vida, el diagnóstico temprano y el acceso a un tratamiento efectivo son vitales.

«Proporcionar a los pacientes una atención adecuada basada en la evidencia movería dramáticamente la aguja en la carga global de la migraña», dice Wijeratne. «Hay una necesidad de mejores estándares de atención, para que todos puedan acceder a un tratamiento seguro independientemente de la situación financiera, el género, la cultura o la ubicación».

¿Sabías?
– La migraña es la enfermedad cerebral más común en el mundo y afecta a 1 de cada 7 personas en todo el mundo.
– La migraña es una enfermedad importante e incapacitante que puede afectar gravemente todos los aspectos de su vida.
– La migraña es poco reconocida, mal diagnosticada y maltratada.
– Juntos, podemos garantizar que las personas afectadas por la migraña reciban la atención que necesitan.
– La migraña recibe menos fondos para la investigación que cualquiera de las enfermedades más onerosas del mundo.

Fuente: World Federation of Neurology