Los suicidios se pueden prevenir: el caso de Dinamarca

El suicidio es un problema devastador de salud pública que afecta a individuos, familias y sociedades. Pero la experiencia de Dinamarca ofrece cierta esperanza de que la prevención del suicidio sea posible. ¿Por qué su disminución del suicidio ha sido más pronunciada que en la mayoría de los otros países?

Históricamente, la tasa de suicidio en Dinamarca era la más elevada en el mundo, lo que conllevó a la implementación de medidas y estrategias para revertir esta situación. Una de las tácticas más importantes fue disminuir el acceso a medicamentos (como barbitúricos y opioides) y fomentar el uso de antidepresivos con menor toxicidad, como los inhibidores selectivos de la receptación de la serotonina.

Otras medidas incluyeron implementar mayores restricciones al acceso de armas de fuego y sus municiones, creación de clínicas destinadas a brindar soporte y terapia a personas con riesgo de suicidio, ambulancias con psiquiatras que puedan acudir en situaciones graves, así como líneas telefónicas atendidas por voluntarios capacitados.
Todas las medidas implementadas en Dinamarca, nos demuestran que los suicidios se pueden prevenir.

Autores del estudio «Suicide—turning the tide»

  1. Merete Nordentoft is director of the Copenhagen Research Center for Mental Health (CORE) and a professor at the Danish Research Institute for Suicide Prevention at the Mental Health Centre Copenhagen, Copenhagen, Denmark.
  2. Annette Erlangsen is a senior researcher at the Danish Research Institute for Suicide Prevention at the Mental Health Centre Copenhagen, Copenhagen, Denmark, and an honorary associate professor at the Centre for Mental Health Research, Australian National University, Canberra, Australia.

Fuente: American Association for the Advancement of Science (AAAS)

Colaboración: Agustina Solis para Fundación Elementos.

¿Cuál es el vínculo entre la apnea del sueño y la depresión?

Una nueva investigación ha explorado el vínculo entre la apnea del sueño y la depresión y sugiere que la primera podría ser una de las razones por las que los tratamientos de depresión fallan.


Alrededor del 20-30% de las personas con depresión y otros trastornos del estado de ánimo no obtienen la ayuda que necesitan de las terapias existentes.

La depresión es la «principal causa de discapacidad en todo el mundo».

Por esta razón, crear terapias efectivas es primordial.

Una nueva investigación apunta a la apnea obstructiva del sueño (AOS) como un posible culpable de la depresión resistente al tratamiento y sugiere que la detección y el tratamiento de la afección del sueño pueden aliviar los síntomas de la depresión.

El primer autor de este estudio, Dr. William V. McCall, presidente del Departamento de Psiquiatría y Comportamiento de la Salud en el Colegio Médico de Georgia en la Universidad de Augusta, dice: «Nadie está hablando de evaluar la [ AOS ] como una posible causa de depresión resistente al tratamiento, que ocurre en aproximadamente el 50% de [las personas] con trastorno depresivo mayor».

Espera que el nuevo artículo del equipo, que aparece en The Journal of Psychiatric Research, remedie esto.


El 14% de las personas con depresión tenía OSA.

El Dr. McCall y su equipo examinaron la tasa de AOS sin diagnosticar en un ensayo clínico aleatorizado de personas con trastorno depresivo mayor y tendencias suicidas.

Convocaron 125 personas con depresión, originalmente con el propósito de determinar si tratar su insomnio mejoraría sus síntomas de depresión.

El ensayo original excluyó a las personas con riesgo de AOS, como las que toman pastillas para dormir o las personas con obesidad o síndrome de piernas inquietas.

Los investigadores evaluaron a los participantes con un estudio del sueño y encontraron que 17 de los 125 (casi el 14%) tenían AOS.

El Dr. McCall y sus colegas notaron que las personas que tenían AOS no presentaban los indicadores habituales de la gravedad de la AOS, como la somnolencia diurna. Además, 6 de las 17 personas eran mujeres no obesas.

Esto es un contraste con el grupo demográfico en riesgo de AOS: hombres con sobrepeso.

«Quedamos totalmente sorprendidos», dice el Dr. McCall, «de que la gente no encajaba en la imagen de cómo se supone que se ve [AOS]».

Además, 52 de los 125 participantes tenían depresión resistente al tratamiento; 8 de las personas con depresión resistente al tratamiento también tenían AOS.

Opciones de tratamiento futuro

Los investigadores señalan que bajo condiciones, como el hipotiroidismo, el cáncer y la enfermedad de la arteria carótida, a menudo puede ser la causa de la depresión resistente al tratamiento.

Por lo tanto, muchas personas con depresión se someten a una serie de pruebas invasivas y costosas para descubrir la causa del fracaso del tratamiento de la depresión.

Dichas pruebas pueden incluir una resonancia magnética o incluso una punción raquídea, pero el Dr. McCall y el equipo buscan primero las pruebas de sueño. «Estoy pensando que antes de hacer una punción espinal para la depresión resistente al tratamiento, es posible que tengamos que hacer una prueba de sueño primero», dice.

«Sabemos que [las personas] con apnea del sueño hablan sobre los síntomas de la depresión», continúa. «Sabemos que si tiene [OSA], va a responder bien a un antidepresivo».

«Sabemos que si tiene apnea del sueño y adquiere [una máquina CPAP], mejora y ahora sabemos que hay casos ocultos de apnea del sueño en personas que están deprimidas y [tienen] tendencias [suicidas]».

Dr. William V. McCall

Sin embargo, los autores del estudio también reconocen que otros factores, como los bloqueadores beta y los corticosteroides, pueden causar depresión resistente al tratamiento.

También señalan que las tendencias suicidas son también un factor clave, y los investigadores sugieren que un área adicional de investigación debería preguntarse si tratar la apnea del sueño también reduciría la ideación del suicidio o no.

En los Estados Unidos, el suicidio es la décima causa de muerte entre las personas de todas las edades.

Fuente: Medical News Today

Foto: CPAP Machine

Hablemos de #4: ¿Vivís con alguien que padece depresión?

Vivir con alguien que padece depresión puede ser difícil. A continuación se ofrecen consejos sobre lo que puede hacer para ayudar a la persona con depresión que vive con usted y, al mismo tiempo, cuidar de sí mismo.

Qué debe saber

  • La depresión es una enfermedad y no un signo de pusilanimidad.
  • La depresión se puede tratar. La duración de la enfermedad y la elección del tratamiento más idóneo para tratarla dependen de su gravedad.
  • El apoyo de cuidadores, amigos y familiares facilita la curación de la depresión. Hay que dar prueba de paciencia y perseverancia, ya que la recuperación puede llevar tiempo.
  • El estrés puede empeorar la depresión.

Cómo ayudar a una persona con depresión

  • Dígale claramente que quiere ayudarla, escucharla sin juzgarla y apoyarla.
  • Recabe más información sobre la depresión.
  • Anímela a solicitar ayuda profesional cuando sea posible. Ofrézcase a acompañarla a las citas médicas.
  • Si a dicha persona le prescriben medicación, ayúdela a tomarla de la forma prescrita. Tenga paciencia; la persona con depresión suele tardar algunas semanas en sentirse bien.
  • Ayúdela con las tareas cotidianas y a seguir pautas regulares de alimentación y sueño.
  • Anímela a hacer deporte regularmente y a participar en actividades sociales.
  • Anímela a centrarse en las cosas positivas y no en las negativas.
  • Si dicha persona piensa en hacerse daño a sí misma o ya se ha autolesionado intencionalmente, no la deje sola. Pida ayuda adicional a los servicios de emergencia o a un profesional sanitario. Entretanto, quite del alcance de dicha persona cosas tales como medicamentos, objetos afilados y armas de fuego.
  • Cuídese también usted. Procure buscar formas de relajarse y siga haciendo las cosas que le gustan.

Fuente: OMS

Recordá: si vivís con una persona que padece depresión, podés ayudarla a curarse, pero también tenés que cuidarte vos.

Estamos para ayudarte. Escribinos a info@fundacionelementos.org

Hablemos de #2: El duelo. Saber que todo volverá a ir bien pero nada volverá a ser igual

La sociedad actual no nos permite sufrir. Para casi todo hay una pastilla anestésica; un comentario balsámico como un era lo mejor que podía pasar o el rechazo a los sentimientos con un no llores, que pasará. La lucha por no sufrir y por no aceptar la muerte ha patologizado el duelo. «Pero éste es un proceso natural que hay que expresar porque nos habilita a encontrar el equilibrio después de la pérdida, y necesitamos que haya gente a nuestro alrededor que lo entienda», advierte la psicóloga y experta en pérdidas, Margalida Estarellas, tras una década de experiencia profesional viendo la cara al dolor en una unidad de cuidados paliativos.

«A menudo, cuando alguien sufre, intentamos resolver su sufrimiento: te dicen que tienes que seguir adelante pero hay pocas personas que se pongan delante de ti y te digan: llora, es normal que llores y voy a estar a tu lado». Esta parte de empatía y de posibilitar al otro que exprese sus emociones ha centrado el trabajo de Estarellas, para enseñar a la sociedad a aceptar de forma incondicional el dolor del otro y su forma de expresarlo.

La frase «todo volverá a ir bien pero nada volverá a ser igual», apunta a que uno tiene que tener la certeza de que se va a recuperar del mazazo, pero a la vez debe asumir que su mundo será diferente porque algo o alguien ya no está.

La sociedad no ayuda en esta tarea porque no nos da ni tiempo ni acompaña. «Cuando la muerte entra en casa y se lleva a alguien lo vivimos muy mal pero no nos damos permiso para sentirnos mal. Piensa que si yo me caso me dan 15 días para que me divierta, pero si se muere mi marido sólo me dan tres días de permiso…», critica la psicóloga, incidiendo en la necesidad de tomarse un tiempo para que remita el dolor. Aunque legalmente sea así, si se les ve mal, se les da una baja por «trastorno adaptativo», pero esto supone «darle un formato de enfermedad por un proceso natural para poder cogerse unos días», lamenta.

Además del tiempo, Estarellas ve necesario que todos empecemos a desarrollar estrategias para acompañar en el duelo a las personas que sufren nuestro alrededor. ¿Cómo? Con empatía, una escucha activa y la aceptación incondicional.

La psicóloga asegura que hoy en día no tenemos «mucha idea» de cómo reaccionar y aconseja que no intentemos resolver el dolor del otro y argumentemos «barbaridades» para que se sienta mejor. «La persona que sufre no necesita argumentos, necesita presencias. No necesita que la regañen ni que la critiquen sino que la acepten», zanja con rotundidad.

En el caso de los niños es especialmente delicado explicarles que alguien está gravemente enfermo o ha fallecido. «Hay que lograr el equilibrio entre no alejarles de la verdad y no darles una verdad tremenda». Ir elaborando la información, adaptarla a la edad y la capacidad del niño para entenderlo, «como cuando les explicamos de dónde vienen los niños y les decimos que se hacen con un abrazo especial. Luego, a medida que crecen, les detallamos en qué consiste ese abrazo…», ejemplifica.

Dicen que el duelo perdura un año, pero Estarellas cree que establecer plazos es muy relativo porque cada duelo es personal e individual y las circunstancias de la muerte, en ocasiones, lo complican. Los fallecimientos repentinos como los acontecidos recientemente por la trágica riada en la zona del levante mallorquín son una prueba de ello. «Suelen ser duelos más complicados porque tienen un primer momento de shock y no ha habido una despedida». En cualquier caso, son una lección de vida: «La muerte tiene muchas puertas y una de ellas son las catástrofes naturales. Ante esto hay que decir: Me ha tocado, lo vivo y siento muchísimo dolor pero acepto ese proceso de muerte porque forma parte de nuestra condición humana».

Fuente: elmundo.es